jueves, 12 de marzo de 2009

PROBLEMAS PARALELOS


A Ximena Sariñana, la que hace enigma su edad, tras la cara quinceañera y una música tan avanzada.



Tu problema, la salida, de ahí en adelante, si quieres, mátame.


Mira Ximena, tu facilidad para llegar, para salir, para ganarte lo que te ganaste y seguirás haciendo. Que gran órgano publicitario que te sostiene. Lástima que no tengan uno de esos, los que empiezan tartamudeando sonidos en el parlante dañado, los que acomodan el cable y les queda imposible moverse en el pequeño cuarto de ensayos, si te mueves se daña la vaina. Bien por ti.


El tipo de gente como tú me da lástima, la de ganchos directos con el espectáculo, la de billetera fácil, la que no suda la cargada del amplificador, la que no pasa hambre, ni en un viaje para tocar donde nadie te conoce, ni nunca, no pasas necesidades; la que no le ha tocado sola, esa, la gente falsa, sin ánimos de admirar, que desgraciadamente, muy desgraciadamente, todos admiran.


Es un estigma que tengo, sí, si apenas tú, con el pecho planito, lisitico, una cosita ahí de nada, y te vi odiando a la Luz Clarita en televisión, y después en Mtv, en un videoclip, tuyo, Ximena eres la típica consentida que en la familia le inventan cualquier rol “artístico”, o farandurialero más bien, para conservar una carrera intacta, llena de nada.


Que injusticia.


Gracias a tu fortuna dirigida a este fanático del estar tirado frente al televisor, viendo lo que decida el “qué sé yo”, estas apreciaciones que me mantendrían alejado de tu figurita perfecta, solo duraron cinco segundos, lo demás fue un puro deguste a la delicia.


Tu jazzpop aximenado es un conjunto de medidas exactas, con baches de hermoso daño. Me invitó a creer en las nuevas actuaciones, no por tu imagen retro, sino por la novedad de hacer algo sincero.
Novedades del oficio.


Primero, tu voz, voz vocecita de chica roquera poderosa, que siempre ha cantado pero ahora sabe de solfeo, y es capaz de erizarle las cejas a la abuela y desbaratar el espejo del maestro, maltratado en papeles, tipo respetado, que carga la varita que controla orquestas. Tu voz, voz vocecita que tiene ese rasgado natural, rasgado que no daña belleza ni técnica, la colada de los “sh” en vez del “y”, la pegada de lengua en la “r”, tipo Calamaro, ese feeling desanimado, sin complicaciones, feeling tranquilito tranquilito que sabe cuando explotar, rotando la línea precisa de afinación no forzada, tu voz vocecita, me recuerda a ti.


Soy el maestro maltratado y la abuela que se baña los cachetes frente a la televisión.


La melodía es triste, pero es de la tristeza setentera blanco y negro, que te saca una sonrisa de primera mano, esa tristeza que quiere ser feliz, que visita calle melancolía y sabes que saldrá, esa tristeza bonita, la que no te deja llorar, la guitarra eléctrica no te deja llorar.


La complicidad que tienes con el jazz, nos la traduces en la tipicidad del pop y esas letras universales, a la letra que se le cuela esa palabrita que nos haces recordar, la que se sale del pálpito “bonito”, sin hacernos perder, haciéndonos creer que todo sigue su curso normal.


Haces que nos importe la producción de cada canción, cada instrumento, no dejas que nos quedemos con la emoción superficial de un riff de dos notas en distorsión y una bulla de platillos, acompañando un coro de tres palabras, sino que dejas que cada sabor haga sus estragos, la figura exclusiva del bajo en casi todas las canciones, saber elegir entre lo acústico y lo eléctrico, los arpegios, lo solos de intermedio, en sí, la propuesta de conocer lo “no convencional”, en la cadena folklor pop globalizado, por supuesto.


Ximena, Ximena, Ximena, se te nota que has escuchado más música que yo, y muchos más, y que la bienaventuranza de tu vida sigue el trayecto de un clásico, pero sé, que si nos sentamos a hablar, el clima y la gente, vendrían de mejor oferta.

3 comentarios:

  1. Ximena, Ximena... Qué daría para saber con certeza que nuestra lástima hacia ti vale tu envidia hacia nosotros.

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  2. La grandeza de Ximena solo comparable con la grandeza de quienes la admiran... incomparable a lo inmenso de tu escribir...

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  3. Fabi Tous, cuando sea grande quiero escribir como vos (Rima!)

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